5 alimentos vs el hambre en el mundo

Diversos factores como el aumento en los precios de los alimentos, el crecimiento de la población a nivel mundial y el cambio climático, contribuyen a la pobreza alimentaria. Este 17 de octubre se conmemora el Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza.

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) informó que existen alrededor de 600 millones de personas subnutridas en el mundo.

Por su parte, el Banco Mundial señaló que, entre 2010 y 2011, el alza en los precios de los alimentos ha llevado a unas 70 millones de personas vivir en pobreza extrema.

De acuerdo con información publicada de la BBC Mundo, hay alimentos que por su bajo costo de producción y propiedades ayudarían a eliminar el hambre en todo el mundo.

Papa: A diferencia de otras verduras, las papas pueden cultivarse en climas extremos y con poco espacio de tierra disponible. Las papas contienen carbohidratos, proteínas, vitaminas y minerales como hierro, calcio, fósforo y potasio.

La FAO promueve su cultivo en los hogares de los países en desarrollo, para evitar la dependencia a los precios de mercados locales.

Soya: Esta leguminosa puede ser utilizada para alimentar a un gran número de personas, gracias a su bajo costo y accesibilidad; además, se puede procesar para crear varios productos alimentarios, tales como leche, queso (tofu), carne y masa para pasta y pan. La soya aporta proteínas, grasas y carbohidratos necesarios para el desarrollo.

Lentejas: Tienen un alto nivel de fibra, proteínas y calorías; y por su alto contenido en hierro, este alimento es ideal para alimentar a niños, porque previene la anemia.

Las altas cantidades de proteínas de estas leguminosas controlan el hambre, desarrollar los músculos, brindan energía y son una fuente de grasas saludables para el organismo.

Estas leguminosas contienen zinc, vitamina B, niacina y riboflavina. También son ricas en ácido fólico, que previene enfermedades congénitas del tubo neural y problemas de habla en recién nacidos cuando sus mamás los consumen antes y durante el embarazo.

Maíz: Durante muchos años ha sido una de las bases alimentarias de América; a nivel mundial es el tercer cereal de mayor importancia en la nutrición humana, de acuerdo con la FAO.

Constituye la fuente del 40% de los alimentos del mundo (junto con el trigo) y cerca de 25% de las calorías que se consumen en los países en desarrollo. Es rico en hidratos de carbono, proteínas, fibra, grasas, betacarotenos y vitaminas del grupo B (B1, B3 y B9).

Frijol: Reciben financiamiento de la FAO, principalmente en América. Al igual que el maíz, es una de las bases de la alimentación en el continente; previene la anemia y aporta energía en forma de calorías y proteínas.

Es rico en fibra y hierro, cobre, zinc, fósforo, potasio, magnesio y calcio, betacaroteno, vitaminas A y B, ácido fólico y polifenoles, que previenen, éstos últimos,el envejecimiento prematuro y algunos tipos de cáncer.

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