Morirse de hambre ya no está de moda

¿Existe algo más placentero que comer? Después de llegar cansados de un día pesado y matarnos haciendo ejercicio, sólo basta con el olor que desprenden unos brownies recién hechos en el horno y ¡BAM! Adiós esfuerzo. Acabas de tirar por la borda 2 horas de ejercicio en 35 segundos de extremo placer dando una pequeña mordida.

Un muffin blueberry puede costarte alrededor de 30 minutos en la bici, pero no desesperes. Las dietas extremas sólo tienen resultados momentáneos. En algunos años podrían resultar en intensos dolores en los huesos, pérdida de pelo, una espectacular sonrisa chimuela e inclusive anular la posibilidad de ser padres en un futuro.

Muchas dietas populares se enfocan en cortar grupos enteros de alimentos, como los carbohidratos, o la toma de pastillas ya sea para suprimir el antojo o laxantes.

La doctora Susan Jebb, del Consejo de Investigación Médica en el  Centro de Nutrición Clínica Cambridge comenta que aún no se saben las implicaciones que puede tener en un futuro realizar dietas extremas como la dieta Atkins, Jebb opina que "definitivamente debemos adoptar medidas precautorias en términos de la salud pública”.

Los chicos las prefieren…

Morirte de hambre está fuera de temporada, hoy en día no es necesario lucir como Kate Moss para considerarte bella, sino todo lo contrario.

Cuatro estudios recientes publicados por la revista Psychology Today, demuestran que a través de diferentes metodologías, hechas en diferentes países y a distintas culturas alrededor del mundo, concluyen que los hombres prefieren a las mujeres con cuerpos en forma de reloj de arena. Inclusive en lejanas aldeas en Papúa Nueva Guinea se arrojaron los mismos resultados.

Dichas conclusiones no se deben a las imágenes mediáticas usadas en occidente, ni a campañas contra la anorexia o bulimia. Los hombres prefieren a mujeres más naturales, con busto, cintura y caderas por cuestiones de supervivencia evolutiva. Una mujer dotada de estas características es más propicia a ser fértil y a tener descendencia más sana.

Una dieta balanceada, donde se tome en cuenta el número de calorías recomendada y hacer ejercicio diariamente, reduce las posibilidades de sufrir enfermedades, aparte de evitar los “antojos prohibidos”, que sólo provoca desearlos más. Recuerda que el balance físico va ligado al espiritual.