¿Exponerse a demasiada luz artificial ocasiona obesidad?

La respuesta concreta es sí, debido a que la exposición prolongada a la luz artificial, causada por la vida moderna que implica trabajar cuando ya no hay luz de día, inhibe los procesos de quema de grasa corporal que ocurren durante la noche.

Nuestras observaciones pueden implicar, asumiendo que puedan extrapolarse a las personas, que la epidemia de la obesidad actual se debe, al menos en parte, a la creciente contaminación lumínica”, afirma Patrick C. N, investigador del Leiden University Medical Center.

  El cuerpo se confunde

Inspirados por un estudio previo, los investigadores decidieron encontrar la causa exacta detrás del aumento de peso por la exposición prolongada a la luz artificial, específicamente en el tipo de grasa marrón, que, en resumen, es la encargada de quemar las calorías.

El equipo expuso a un grupo de ratones a la luz artificial durante 12, 16 o 24 horas por día durante cinco semanas, al tiempo que vigilaron sus niveles de grasa marrón y la velocidad a la que la glucosa y ácidos grasos se absorbieron  en el torrente sanguíneo por dicha proteína, para probar si el tejido utilizaba menos energía.

Los resultados indican que en los ratones expuestos 24 horas a la luz artificial tenían una composición de grasa marrón entre 25 y 50% mayor, en comparación con aquellos que permanecieron por 12 horas, a pesar de que comieron y caminaron lo mismo.

Descubrieron que el trabajo de la grasa marrón se redujo ante la exposición prolongada de luz, por lo que la conversión de ácidos grasos y glucosa en el calor era menor. Cuánto más largo era el periodo de los ratones, menos grasa quemaban.

Los expertos piensan que la exposición a la luz artificial está alterando el ritmo circadiano, que está en sintonía con las variaciones en la luz y oscuridad, lo que ocasiona que el cuerpo se adapte reduciendo su tasa de quema de grasa normal, lo que produce la obesidad. 

  Evita los daños

Por su parte los expertos de la Harvard Medical School, que han estudiado los diversos daños de la exposición a la luz artificial, entre ellos la obesidad, brindan las siguientes recomendaciones para reducir los riesgos.

1. Utilizar luces rojas tenues para las luces de noche. Éstas tienen menos poder para cambiar el ritmo circadiano y suprimir la melatonina.

2. Evitar mirar pantallas brillantes a partir de dos a tres horas antes de acostarse.

3. Para quienes trabajan en un turno de noche o utilizan una gran cantidad de dispositivos electrónicos en la oscuridad, consideren usar gafas azules de bloqueo.

4. Exponerse a mucha luz brillante durante el día, lo que aumentará la capacidad para dormir en la noche, así como el estado de ánimo y de alerta durante las horas de sol.