Limpia tu hígado con hojas suecas

Las hierbas amargas son útiles para combatir problemas hepáticos y digestivos. Éstas han sido utilizadas desde hace varios siglos. Paracelso, el gran médico y alquimista de la salud del siglo XVI, hablaba del “El elixir de la vida” del poder terapéutico de una de sus recetas elaboradas con aloe, mirra y azafrán.

Esta misma fórmula, apta para activar las funciones del hígado y los órganos digestivos, fue mejorada por el médico sueco Klaus Samst a mediados del siglo XIX, agregándole extractos de 11 hierbas diferentes. Con el tiempo, el elixir fue conocido como el Amargo Sueco u Hojas Suecas.

En el caso de las hierbas suecas y de los preparados que se elaboran a partir de ellas, no puede ser más cierto el dicho español que dice “si algo sabe fuerte, debe sentar bien”. Dado que en el gusto actual dominan los sabores suaves y se prefieren las comidas dulces, ácidas o incluso picantes, la reacción a una sustancia amarga suele ser de rechazo sin saber que la consecuencia puede ser muy saludable.

Amargura para desintoxicar el hígado

En el tema de la desintoxicación, sobre todo la del hígado, las hojas suecas son bienvenidas, pero siempre de la mano de un médico especialista.

Se sabe que tomar regularmente una dosis concreta de ciertas hierbas amargas puede estimular el metabolismo, incitar la secreción de jugos gástricos en el estómago e incrementar el flujo de bilis en el hígado.

Empero, las hierbas amargas nunca deben tomarse solas, sino en combinación con otras sustancias, como agua natural, jugos de fruta o infusiones, ya que se obtienen los mismos beneficios y es menos fuerte para el organismo.

Algunos tónicos preparados con este tipo de hierbas también son beneficiosos para resolver problemas digestivos transitorios, por ejemplo, en el caso de los viajeros que se enfrentan a cocinas exóticas y copiosas, o en aquellas personas que tienen almuerzos o cenas muy pesadas.