¿Mal tiempo quita las ganas de hacer ejercicio?

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Salud180.com

POR: Salud180.com

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01-07-2014

El clima local afecta al nivel de ejercicio que realizan los estadounidenses y su riesgo de obesidad, según sugiere un nuevo estudio.

 

Los investigadores hallaron que los adultos residentes en condados en los que los veranos son calurosos son menos activos físicamente y tienen más probabilidades de ser obesos, sobre todo si los veranos son también húmedos o lluviosos.

 

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Los adultos también hacen menos ejercicio y tienen más probabilidades de ser obesos en los condados donde los inviernos son muy fríos, según los investigadores de la Universidad de Texas, en Austin.

 

Señalan que sus hallazgos, publicados en la revista American Journal of Public Health, ayudan a explicar por qué las personas de ciertas regiones de los Estados Unidos son más propensas a ser obesas que las de otras áreas.

 

Muchos de los condados con los niveles de ejercicio más bajos y las tasas de obesidad más altas están en el sureste, donde los veranos son calurosos y húmedos, y muchos de los condados con los niveles más altos de ejercicio y las tasas de obesidad más bajas están al oeste de las montañas, donde los veranos son fríos y secos, indicaron los investigadores.

 

"Yo vivo en Texas, y los resultados realmente tienen sentido para mí", dice el coautor del estudio, Paul von Hippel, profesor asistente de la Facultad de Asuntos Públicos.

 

"Aquí, en junio o julio, empieza a ser difícil pensar en salir fuera a correr (o incluso a caminar a paso rápido) después del trabajo, que es el momento más caluroso del día. Se necesita una estrategia para mantenerse activo durante el verano. ¿Se va a levantar temprano en la mañana, que es el momento más fresco del día? ¿Va a ir a nadar? ¿O va a hacer algo en interiores, como jugar al básquetbol o patinar sobre hielo o simplemente andar en la cinta?".

 

Los planificadores urbanos que quieren animar a que se realice actividad física deben tener el clima local en consideración.

 

"Algunos planificadores piensan en este aspecto con más cuidado que otros", dijo von Hippel. "Un gran ejemplo de una planificación meditada es el camino para caminar y para ir en bicicleta a lo largo del lago Lady Bird, en Austin, Texas. Le da la sombra, está cerca del agua y atrae a miles de caminantes, corredores y ciclistas en los días más calurosos del verano".

 

El impacto del clima local sobre la obesidad siguió siendo el mismo incluso después de que los investigadores controlaran otros aspectos, como la expansión urbana, las características de la población, los parques, las tiendas y los restaurantes.

 

"En cierto modo, la importancia del clima es obvia, pero observamos otras cosas ’obvias’ y no se sostuvieron", comenta von Hippel.

 

"Por ejemplo, sabíamos que las personas de Colorado eran excepcionalmente delgadas y activas, de modo que esperábamos ver que los lugares montañosos favorecen que las personas hagan ejercicio físico. Pero resulta que el terreno importa poco para la actividad o la obesidad. En algunas zonas montañosas, como Colorado, las personas son muy activas, pero en otras, como en Virginia Occidental, no lo son".

 

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