Menta vs Síndrome de Intestino Irritable

Los usos terapéuticos de la menta han sido difundidos desde hace mucho tiempo, sin embargo no siempre se tenía conocimiento específico frente a los problemas estomacales y trastornos, como en el Síndrome de Intestino Irritable.

De acuerdo con un estudio dirigido por Alex Ford, investigador de la Universidad McMaster, en Canadá, el mentol, principal sustancia de la menta, ayuda a reducir los síntomas y malestares generados por el Síndrome del Intestino Irritable, tales como dolor abdominal y calambres, distensión abdominal, estreñimiento y diarrea.

Según el investigador, el aceite de menta, que contiene el mentol, bloquea los canales de calcio en las paredes intestinales, lo cual proporciona un efecto de relajación y mejora frente a los síntomas del Síndrome de Intestino Irritable.

  Propiedades de la menta

1. Carminativas: Su contenido en carvacrol, timol y mentol ayudan a expulsar el exceso de gases en el intestino. Mejora la digestión y reduce la inflamación.

2. Antiespasmódicas. Los terpenos, carvacrol, limoneno, cineol y ácido rosmarínico ayudan a reducir los espasmos abdominales, vómito, y suavizan los cólicos abdominales.

3. Coleréticas. Tiene la capacidad de estimular el hígado y aumenta la secreción de bilis, lo cual permite una mayor motilidad intestinal y activa el hígado atrofiado o perezoso.

  Otros usos de la menta

Según el investigador de la Universidad McMaster, los beneficios del mentol se pueden extender a otros usos, debido a que, por ejemplo, el té de menta se puede utilizar como enjuague bucal para los bebés con candidiasis (hongos en la boca) o para reducir las náuseas y los vómitos durante el embarazo, especialmente para las mujeres que quieren evitar los medicamentos más fuertes.

Asimismo, su aceite se considera benéfico frente a problemas de la piel, como el eccema, picaduras de moscos e irritación, así como auxiliar para tratar problemas respiratorios, dolor de cabeza y de garganta.