Riesgos de la dieta paleolítica

La dieta "Paleo" propone un modo de alimentación que imita los hábitos de los primeros humanos, nómadas, cazadores y recolectores, del periodo histórico del Paleolítico.

Las personas que deciden adoptar este estilo de vida tienen prohibido consumir alimentos empaquetados, procesados o enlatados, así como azúcares refinados, embutidos, productos lácteos o derivados de cereales. Su alimentación consiste en una alta ingesta de carnes rojas, frutas y verduras frescas, y frutos secos o semillas. 

Respecto a los cereales, la doctora Alicia Parra Carriedo, coordinadora de la Clínica de Nutrición de la Universidad Iberoamericana recordó que los seres humanos dejaron el nomadismo para volverse sedentarios en el periodo Neolítico, y los cereales contribuyeron a este hecho. Recalcó que estos no deberían ser eliminados de una dieta saludable.

“Cada grupo cultural tiene un cereal y una leguminosa sobre los cuales basa su alimentación. En el caso de México, tenemos el maíz y el frijol. En la dieta del ser humano, lo recomendable es que los hidratos de carbono constituyan entre 50 y 60% de la energía total”, expresó.

  ¿Nuevos hábitos?

Parra indicó que, si bien la reducción del consumo de embutidos y alimentos procesados presenta grandes beneficios para el individuo que elige comer como un humano en la antigüedad, los riesgos pueden presentarse al comer demasiada carne roja y no realizar actividad física.

“Actualmente, sabemos que la carne tenemos que limitarla, porque ha habido un aumento en la población en ácidos grasos saturados y colesterol, lo que finalmente lleva a padecimientos como la arterioesclerosis”, aclaró la nutrióloga.

Además, puntualizó, la carne que se consume actualmente no comparte las propiedades de la carne que cazaban nuestros antepasados: la segunda provenía de animales de caza, con una alimentación distinta a los animales de engorda, y mucho más magra.

Por otro lado, la doctora recordó que, en periodos ancestrales, los seres humanos realizaban enormes esfuerzos físicos, por lo cual sus niveles de actividad son incomparables a los de una persona promedio en la actualidad.

Parra también criticó los periodos de ayuno intermitente entre comidas abundantes que propone la dieta Paleo, los cuales, aseguran sus seguidores, permiten que las calorías reservadas se agoten en forma de glucógeno e impulsen la quema de grasas.

Por último, alertó sobre comer demasiadas nueces o almendras, pues, de acuerdo con sus palabras, si bien los lípidos de los frutos oleaginosos son benéficos, en exceso pueden ocasionar sobrepeso.