Las vitaminas retardan los signos de la vejez

Las plantas se marchitan, las estaciones cambian. Al igual que todo lo demás, el ser humano también envejece y se deteriora su salud. No importa que se tomen medidas preventivas y se intente detener este proceso, el tiempo es un constante envejecimiento.

Las vitaminas y cremas que ofrecen tratamientos anti-envejecimiento, no tienen el poder de detener sus efectos, sino simplemente reducen la velocidad de los cambios.

Entonces, ¿cómo saber que los padres ya necesitarán de nuestra ayuda? A simple vista el envejecimiento puede ser observado en la apariencia física de un individuo, se caracteriza por el pelo canoso, piel arrugada, postura encorvada, etc.

Sin embargo, observar sólo el aspecto físico no es suficiente para llegar a una conclusión y deducir que la persona ya no es capaz de funcionar correctamente. Una gran cantidad de personas que parecen viejas siguen siendo muy fuertes y eficaces.

Deterioro de los sentidos

Como dice el dicho, no juzgues un libro por su cubierta. Por ello, se indica que para que una persona sea capaz de reconocer cuando alguien está a punto de nos ser autosuficiente, se deben considerar los signos biológicos, los psicológicos y los síntomas, sin concentrarse sólo en el aspecto físico.

Éstas son algunas de las señales que pueden ayudar a deducir si los padres se están aproximando a la etapa de no valerse por ellos mismos. Cuando alguien se está haciendo viejo, los sentido de la vista y el oído se deterioran gradualmente.

En algunos casos, ésto se puede evitar haciendo visitas regulares al médico y utilizando algunas herramientas como los anteojos y audífonos, para hacer más sencillo este proceso.

Sin embargo, existen casos en los que la enfermedad es tan grave que no sirve utilizar estos dispositivos. Si ese fuera el caso, entonces se ha llegado a una etapa en la que necesitará la ayuda de los demás para realizar sus actividades diarias.

Deterioro mental

Junto con la disminución de los principales sentidos en el cuerpo, el envejecimiento también pueden causar deterioro mental de las personas. El problema más común está relacionado con la demencia o la pérdida de memoria.

El tratar con este tipo de enfermedad puede traer una ola de emociones encontradas, especialmente a la familia inmediata. Aparte que entristece la idea de la pérdida de los recuerdos de una persona querida, también las personas cercanas pueden sentirse decepcionadas e impotentes, porque aparentemente el problema mental es incurable.

Si no se trata inmediatamente, puede empeorar y conducir a otros trastornos mentales como alucinaciones, delirios y paranoia. Al final, si las cosas no tienen el seguimiento adecuado, la demencia ordinaria puede conducir a la demencia senil.

La demencia comúnmente es traicionera porque sus síntomas son sutiles pero amenazantes. La mayoría de los problemas relacionados comienzan lentamente y la gente suele confundirlos con un comportamiento normal.

Al tratar con este tipo de problema, la familia inmediata debe ser la que actúe para saber si el adulto mayor está mostrando los primeros signos de demencia, con la finalidad de que se pueda curarse o prevenirse.

Ante este panorama, es mucho mejor hacer que los médicos lo revisen para poderlo evaluar correctamente. Ellos son los que mejor los conocen y también los pueden diagnosticar con precisión mediante el estudio de los síntomas que presenten.