3 mitos de dolores reumáticos

Los cambios de temperatura, los avances de la edad, lesiones que no han sido tratadas o debilidad en los huesos, se asumen como causas de padecimiento de tipo reumático, sin embargo, la realidad es que las causas de su origen se desconocen y no necesariamente tienen que ver con una atención médica deficiente o la edad del paciente.

El doctor Antonio Fraga Mouret, reumatólogo egresado de la Universidad de Michigan y director de Investigación y Enseñanza de la Secretaría de Salud del Distrito Federal, dice: “En el tema de los reumatismos, la gente debe erradicar algunas ideas falsas. Una de ellas es la afirmación que señala que son exclusivas de las personas ancianas, sin embargo, pueden presentarse en cualquier momento de la vida,”.

El experto explica que las enfermedades reumáticas tienen orígenes diversos y cada una requiere manejo específico. Se pueden dividir de manera sencilla.

Procesos inflamatorios degenerativos, como la artritis reumatoide, cuya causa es de carácter autoinmune (cuando el sistema inmunológico ataca por error al propio organismo y va destruyendo los tejidos).

Padecimientos que desgastan el cartílago, como la artrosis, a veces consecuencia de la obesidad o como secuela de alguna lesión. Afecciones metabólicas, como la gota, causada por altos niveles de ácido úrico.

Padecimientos de partes blandas, como esguinces y tendinitis. Problemas de debilitamiento óseo, como la osteoporosis.

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1. Estas afecciones son provocadas por el frío o por los cambios bruscos de temperatura. Lo único que ocurre en este sentido es que los síntomas se agravan con las bajas temperaturas, pero éstas no son el origen de los reumatismos.

2.  No tienen remedio. “Muchos de estos padecimientos no son curables, pero contar con un tratamiento adecuado y vigilado por el especialista, permite gozar de una buena calidad de vida y prevenir el progreso de la enfermedad”.

3. No es posible hacer ejercicio cuando se tiene alguno de estos padecimientos. “Es recomendable hacer ejercicios moderados, como natación, caminata o bicicleta, porque dan flexibilidad y fortalecen músculos y articulaciones.

El tratamiento especializado puede mejorar el pronóstico y la sintomatología de los pacientes con enfermedades reumáticas. Evitar la obesidad, a través de una dieta balanceada, y practicar los ejercicios recomendados por el médico reumatólogo permitirán al paciente mantenerse en buenas condiciones físicas, mentales y emocionales.