Dietas, sinónimo de trastorno alimenticio

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Deya Cano

POR: Deya Cano

Editora en jefe de Salud180. Egresada de la Septién. Le encanta correr, practicar yoga y ama los perros. Adicta al café y al chocolate.

12-07-2010

Existen innumerables factores que intervienen en el funcionamiento de un sistema sofisticado como el del cuerpo humano. Es por ello, que todo debe estar debidamente cubierto antes de iniciar un régimen, de acuerdo a las necesidades corporales.

 

La dieta es uno de los mecanismos más populares a nivel mundial. Hoy en día, tanto las mujeres como los hombres se preocupan por su peso. Al igual que cualquier otra innovación en el mercado, la dieta tiene algunos conflictos. Uno muy grave, es que una dieta puede convertirse en un trastorno de la alimentación.

 

La razón principal es el hecho de que la mayoría de los programas de dieta realmente no cumplen su objetivo. De hecho, los estudios demuestran que las dietas estrictas para bajar de peso, a corto plazo, al final tienen el efecto contrario, suben de peso, las probabilidades de que se aumente de peso es de hasta de 18 veces.


Alimentación en equilibrio

 

Las dietas y los trastornos de la alimentación también pueden ser contagiosos. Un buen ejemplo es la manera en que afecta a la relación entre una madre y su hija. La madre que se dedica a hacer dieta, a menudo tiende a presionar a su hija a hacer lo mismo.

 

Por ello, es que muchos niños o adolescentes desarrollan desde temprana edad, hábitos de alimentación disfuncionales. Esto también puede decirse respecto a los padres y hermanos.

 

Puedes empezar a preguntarte. ¿Cómo es que una dieta puede aumentar los problemas y convertirse en un trastorno de la alimentación? Imagina esto, inicias una dieta que piensas que resolverá tus problemas de peso. En este caso, la comida que alguna vez fue un placer se vuelve un tormento en tu vida y es que los alimentos que están incluidos en tu dieta, son los que quizás te desagradan más.

 

Las consecuencias...

 

Esta tensión conduce a un mayor grado de desesperación y un cambio de percepción de alimentos. Así comienza la bienvenida de los trastornos alimenticios. Por otra parte, durante este tiempo tu organismo siente que hay una necesidad de conservar más energía y al hacer dieta, requiere menos consumo de alimentos, por lo tanto las tasas metabólicas comienzan a descender.

 

Hacer dieta no es sólo un factor interno. También afecta a nuestro exterior. Las reuniones sociales se vuelven algo fuera de los límites debido a la amplia variedad de alimentos no permitidos que estarán presentes.  Por lo tanto, el aislamiento empieza a hacerse presente junto a otros problemas asociados a una mala práctica de comer, como los pensamientos excesivos sobre platillos y por supuesto el consumo compulsivo de alimentos.

 

Lo ideal si quieres bajar de peso es acudir con un nutriólogo que de acuerdo a tu complexión y peso, te diseñe un plan de comida y ejercicios; aprende a tener una buena relación con la comida; disfrútala y ¡siéntete mejor!

Aclaracion:

El contenido mostrado es responsabilidad del autor y refleja su punto de vista, más no la ideología de Salud180.com

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